Sensibilidad, superación, miedo, fatiga y rabia. ¿Quien no ha sentido esto alguna vez durante su infancia? Wonder te enseña a ver el yin y el yang de la sociedad en la que vivimos.
De pequeño, ¿quien no ha soñado con ser astronauta alguna vez y poder perderse entre las estrellas? Luminosas pero mudas, son capaces de brillar alrededor tuya, sin recordarte lo que ellas sí tienen, y tú no. Sin provocaciones, sin miedos, sin prejuicios, allí arriba nadie te va a juzgar, porque tú brillas como una estrella más.
Aquí abajo las cosas siempre cambian, y es que, para ir al espacio, por desgracia, antes hay que pasar por batallas muy desagradables. Wonder tendrá la suerte de tener unos padres luchadores, de los que no tiran la toalla, de esos ejemplares que ponen la mirada en un futuro prometedor, donde no exista el odio, la discriminación ni la diferenciación. Julia Roberts y Owen Wilson hacen un exquisito trabajo, metiéndose en el papel de millones de padres que han tenido que pasar y que pasan por este trance.
Esperar a que tu hijo llegue a casa después de su primer día de clase, con la incertidumbre de cómo lo recibirán los compañeros, con la preocupación de saber que por ser diferente en algún aspecto puedan rechazarlo, tiene que ser la peor sensación del mundo, por no hablar de las consecuencias que en tu familia pueda acarrear. Wonder tiene la suerte de contar con una hermana, que también sufre la desatención de unos padres centrados en el bienestar de su hermano. La complejidad de la situación hace que los padres se desvivan por conseguir la plena felicidad y protección del joven.
Al finalizar la película, todo el mundo ha aplaudido emocionado por todo lo que wonder te hace vivir, una vivencia más real que ficticia, y es que en nuestro día a día muchos niños son wonder y por desgracia sus historias no acaban igual o nunca salen a la luz. Con Wonder te ríes, lloras, te preocupas y te frustras ante ciertas situaciones, pero en la realidad, ¿Cómo actuamos ante situaciones de este tipo? ¿Lloramos y ayudamos cuando sentimos que a una persona no se le trata igual por su distinción? Sin duda alguna, es una película que da lugar a muchas reflexiones que todo ser humano deberíamos hacernos. Es una película que debería ser obligada para todos los niños y para todos los padres, porque los niños siempre serán niños, pero sus pensamientos, su generosidad con los demás, su humildad, su razonamiento y el trato que hay que tener hacia las personas, siempre es un valor impuesto desde casa, y de valores en esta película, hay muchos padres que seguro que tienen mucho que aprender.
Y a ti, ¿Qué te ha parecido Wonder?
Una película muy tierna. Preciosa 😍
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