Guillermo del Toro nunca deja de sorprendernos, después de todas sus historias llenas de fantasía, ahora se atreve a jugar con el agua, sus poderes de seducción y sus posibles formas capaces de adoptar.
La historia se desarrolla en la década de los 60, con una ambientación exquisita, digna de admirar; por su fragilidad, su calidad envolvente y esa capacidad de transmitir añoranza, ternura y amor.
Elisa Esposito (interpretada por Sally Hawkins) es una joven un tanto peculiar, que vive encerrada en una intimidad conservadora, debido a una lesión en el cuello quedó muda y desde entonces solo se comunica mediante lengua de signos. Desde el primer momento este personaje te atrapa, por su personalidad sientes una gran debilidad hacia ella. A pesar de su apariencia llena de fragilidad, Elisa guarda una gran fuerza de superación que va creciendo conforme avanza la historia.
La joven se verá envuelta en una historia fantasmal, debido a la aparición de una criatura que le cambia la vida por completo. Al igual que ella, este anfibio humanoide ,(con algunos rasgos similares al «Laberinto del fauno»), no puede emitir ningún sonido, por lo que establecerán un lazo de unión que los hacen especiales y únicos. Entre ellos guardarán el secreto de la admiración mutua, donde no existe el miedo ante lo diferente. El general Frank Hoyt ordena que maten a la criatura para que lo puedan estudiar, es cuando la joven tiene que luchar para intentar sacarlo a salvo de ese laboratorio. ¿Lo conseguirá?.
La historia está acompañada por una banda sonora de cuento, de esas que te dejan sin aliento durante toda la película, de las que mezclan tensión, con pasión, melancolía, miedo y amor. En todo su conjunto, te adentra en una aventura profunda y mágica en la que todo puede ser posible. Al puro estilo «La bella y la bestia», esta historia te alejará de todas las previsiones posibles, estás obligado a verla.
La película tiene 13 nominaciones a los Óscar y suena como la gran favorita.
Y a ti, ¿Qué te ha parecido?