Hola chic@s!
Como sabéis, he estado unos días en Roma, los justos para enamorarme de esta ciudad, ¿Queréis saber porque me ha enamorado tanto? os lo cuento aquí.

Me ha bastado con solo cuatro días para perderme entre sus calles, su arte y su cultura. Uno de los detalles que más me han llamado la atención ha sido la facilidad que te ofrece para recorrer cada uno de sus rincones a pie, no necesitas transporte público para nada.
Si en el recorrido que te marcas inicialmente te pierdes, no te preocupes, porque en el desvío que cojas para volver a encontrarte te sorprenderás con algo inesperado, algún monumento nuevo que se escapó de tus planes iniciales, o alguna iglesia que te dejará boquiabierto, por sus dimensiones, sus secretos, esculturas o historias de lo más intrigantes.

Me alojé en el «Hotel Impero» situado en pleno centro de la ciudad, de 3 estrellas, con desayuno incluido. El trato fue exquisito por todos sus trabajadores. Desde allí me dispuse a realizar la ruta de mi primer día, una ruta que no creía que abarcaría tanto, pero os aseguro que estuve a punto de dar la vuelta a todo el casco histórico de Roma. En este primer día me centré en visitar las iglesias que se encontraban al rededor de mi hotel, las plazas y fuentes más famosas de la ciudad.
En mi segundo día tuve tiempo para todo. Para llegar al Vaticano tuve que volver a pasar por algunos puntos del día anterior, por lo que puede disfrutar una vez más de las vistas que ofrece esta ciudad, pasear por el río Tíber y sus puentes. Hice una pequeña pausa y disfruté de una tabla llena de embutidos y quesos italianos. Además pasé por la famosa «Fontana di Trevi»
En mi tercer día no podía irme sin visitar el famoso Museo del Vaticano y su capilla Sixtina, uno de los lugares más visitados por los turistas, y al que estás obligado a ir si vas a conocer la ciudad.
Para evitar colas kilométricas, es mejor comprar la entrada por internet, aunque te cobran unos 4€ de más por gestión online, merece la pena porque no tienes que hacer cola. Yo hice la cola, y la entrada me costó 17€, pero estuve más de 1 hora y media haciendo cola. La espera mereció la pena, el museo te envuelve en un ambiente mágico, compuesto por una belleza artística y cultural única. No podrás mantener la vista fija en ningún punto en concreto, (paredes, techos, esculturas, pinturas… todo te llamará la atención por igual).
La Capilla Sixtina solo se puede definir con una palabra ¡IMPRESIONANTE!, sus frescos y esa bóveda con «El juicio final» te atrapan en un laberinto de impresiones y arte del que no querrás salir nunca. Sólo los gritos de los guardias que te recuerdan a cada instante ¡FOTOS NO! son capaces de hacerte volver a la realidad en ese momento.
Ir hasta el «Faro del Gianicolo» es lo mejor que puedes hacer. Aunque subir hasta allí andando tiene su esfuerzo, lo verás compensado con sus vistas. Podrás disfrutar de las vista de todo Roma desde lo más alto. Merece la pena.
La zona del Coliseo la dejé para el ultimo día. Impresionantes vistas del anfiteatro mas concurrido por los turistas, donde se encuentra también «El arco de Constantino» y «El foro romano».
De vuelta al hotel, aprovechando que ya había anochecido, volví a pasear por los rincones del primer día para poder verlo todo iluminado. Uno de los monumentos que también me impactó por sus dimensiones fue el «Altar de la patria», edificio conmemorativo de la ciudad realizado en honor al primer rey de la Italia unificada, Victor Manuel II.
De todo los lugares donde he comido, el que más recomiendo se llama; Bernini, situado en la Plaza Navona 44. Ambiente moderno y cálido con cocina tradicional y precios razonables.
Y vosotros, ¿Qué es lo que más os gustó de Roma?
Me alegro que te gustara el restaurante donde te lleve 😜🙈😘
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Estoy deseando de que me lleves al próximo destino! 😍
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