Actuamos muchas veces sin ser consecuentes con los actos. Las personas impulsivas vivimos la vida sin miedo, nos centramos en vivir el momento y nos guiamos por lo que sentimos, reaccionando de manera natural, sin importar lo que pasará. A veces echo en falta la tecla de «SUPRIMIR», aunque el arrepentimiento sea verdadero, el error ya es irrevocable, y algunos marcan a las personas para toda la vida y los hechos se mantienen siempre en la «papelera de reciclaje».
El mundo está lleno de errores, y sin ellos nuestras vidas no tendrían sentido. Las personas actuamos bajo los efectos intuitivos de una máquina que ejecuta todo de manera defectuosa; si lo piensas demasiado, no tiene sentido, y si no lo piensas el error ya se habrá cometido.
Crecemos con la idea de construir un mundo mejor, de reunir todo aquello que nos hará más felices, y con el paso del tiempo, lo único que aprendes es que para ser feliz hay que cometer errores, porque aunque sean irrevocables, de los errores siempre se aprende, y esa es la única máquina que te enseña a ser feliz sin volverlos a repetir.
Efectivamente de los errores se aprende, por eso se puede decir que “no hay mal que por bien no venga”. Aunque a modo gracioso también se podría decir que cuidado! Porque el hombre es el único animal que tropieza en la misma piedra dos veces… 😜 jejeje.
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Exacto… por eso mismo digo que los errores no se suprimen.. se mantienen en la “papelera de reciclaje” siempre se pueden recuperar… 😬
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